martes, 4 de noviembre de 2008

FUM



Buscando fotos de Veronica Hamel, he encontrado este sugerente cartel de Pall Mall. No me resisto a dedicarle toda una entrada a él solito, y de paso colgar algunos otros que me han llamado la atención y que dedico con todo mi cariño a la ex fumadora más tolerante que conozco: Mercedes Milá.




Resulta curiosa la evolución de los publicistas. En los años 30, se dirigían al público femenino asegurándoles que Lucky Stricke era la mejor forma de poder conservar su bonita figura, siguiendo el axioma: fumar quita las ganas de lanzarte a la nevera y liarla parda.







A mediados de los cincuenta, comienzan a surgir las voces disonantes respecto al tabaco. La revista Reader´s Digest publica los primeros artículos que alertan sobre la estrecha relación existente entre el tabaco y el cáncer de pulmón. Para acallar esos rumores, ninguna baza mejor que la de los educadores y científicos. Así, la marca Kent publicitó su famosísimo filtro agujereado asegurando que estos prohombres de la comunidad apostaban por ellos. La imagen de unos jóvenes baloncestistas, rollo "high school", expuesta de fondo no dejaba lugar a la duda: fumar era sano de cojones y un complemento ideal en la dieta de cualquier deportista olímpico en ciernes.





La exaltación de la rudeza viril siempre ha sido una de las mejores bazas de las tabaqueras. La primera marca que adaptó la figura del Cowboy como símbolo del fumador sin problemas fue curiosamente Camel. Tras ella, llegó Marlboro y su Marlboro Country o Marlboro Men. Apostando de lleno por ese roll para enganchar al público masculino. Curiosamente, años después, los dos protagonistas de "Brokeback Montain" demostrarán tener la misma afinidad por el tabaco que por las mujeres.






En los sesenta se produce el "boom" del consumo de cigarrillos entre adolescentes. No es de extrañar, ya que Winston utilizó como principal reclamo a los Picapiedra. Aquí les vemos deleitarse con unos cigarrillos de la risa, como bálsamo más eficaz para combatir los rigores de la vida conyugal. Curiosamente, años después, una relación muy parecida a la de estos dos vecinos de la edad de hierro, verá su fiel reflejo en la anteriormente mencionada "Brokeback Montain".


Y terminamos donde empezamos, en los años 70. El eje central de las campañas fue el sexo. Follar y fumar iban cogidos de la mano. Era cuestión de tiempo la aparición en el mercado del cigarrillo "big size". Un superpaquete que adornaba como Dios esos ceñidos pantalones acampanados. Como muestra tenemos el SUPER KING de Winston. Un paquete dorado que era todo actitud. Una maravilla.

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