miércoles, 27 de febrero de 2008

MAL VINO

Hago público mi Top 5 de famosos dipsómanos. El espectro de melopeas que cubre esta manita de Dioses Baco representa a todas luces las distintas reacciones que las bebidas espirituosas pueden llegar a producir en el ser humano.

ORTEGA CANO O LA TROMPA SOCIAL

Empezaré por el único que me tiene preocupado. Capaz de lo mejor y lo peor, el torero tiene todos los números de acabar siendo un borracho de tetrabrick y manta de cartón. Empezó como la mayoría de los dipsómanos que duermen en los cajeros automáticos, bebiendo para encontrarse más agustito en las bodas y demás actos sociales. Lo malo es que el diestro está cogiendo por costumbre arrearse media docena de lingotazos cada vez que pisa un plató televisivo y su comportamiento ya sólo tiene sentido dentro de un bar de taxistas o en la puerta de una iglesia los días de oficio.



FERNANDO ARRABAL O EL BEODO SUPERLATIVO
Llegó a alcanzar todos los estados posibles de la borrachera en aquella mítica discusión sobre el milenarismo que tuvo lugar en el programa conducido por Fernando Sánchez Dragó (quién tampoco estaba como para conducir nada, pero bueno) Atravesó fases de euforia y estados depresivos, se mostró lucido y a la vez ofuscado, fue generoso y cicatero, ancho de miras y ruin en la escucha del otro, soberbio y desvalido. Hizo que un hombre de barba y rostro pétreo rompiera a llorar de desesperación mientras contemplaba cómo la integridad física del co-fundador del grupo Pánico corría serio peligro al abalanzarse, como pollo sin cabeza, sobre una cámara del plató de más de 500 kilos. En una palabra: histórico.

JOSE MARÍA AZAR O “HE DICHO QUE VOY BIEN PARA COGER EL COCHE”
Vivo ejemplo de los peligros que entraña el alcohol para aquellas personas que carecen de sentido del humor. No existe nada más peliagudo que dar de beber a un tipo tan desabrido y circunspecto como el ex-presidente. Gestionan fatal la lógica euforia que de forma irremediable comienza a surtir efecto dentro de sus cuerpos. Su confianza y fe en sí mismos se desborda como un río sudamericano tras la ingestión alcohólica. Se sienten capaces de cualquier cosa: desde hablar con acento Tejano, hasta practicar el sexo anal con otros hombres. Siempre desprecian las más elementales normas de la DGT. En una palabra: temibles.
NATI ABASCAL O EL PEDO DE PIJA

Todas las moñas que ha pillado me han transmitido la sensación de ser un pedo tonto. La batalla dantesca que se viene librando en su interior, entre su aristocrático porte y sus maneras arrabaleras, le hacen coger unas pájaras de lo más chocante. Sus ojos reflejan los malogrados intentos por mantener la compostura ante el irremediable desplome que se avecina. Además, aunque la pobre Nati se ponga hasta el ojete, estoy seguro que desde el primer sorbo de cava ya lleva un chispazo de tres pares de cojones. En una palabra: incompatible.

MASSIEL O LA ADOLESCENTE RAMPANTE
Nuestro Axl Rose. Las tajadas de Massiel suelen ir acompañadas de todas aquellas cosas que nos fascinaban en el instituto: concursos de ventosidades sonoras y sibilinas; pontificaciones desmedidas; vomiteras encima del trío La-La-La; caídas absurdas; destrucción del mobiliario público; tiradas de tratos a todo lo que se mueva que tenga polla; utilización de lenguaje procaz; insolencia frente a los mayores y una capacidad para meterse de todo en el cuerpo y al día siguiente continuar como si nada. Resumiendo: Si Amy Winehouse tuviera polla, sería Massiel.

3 comentarios:

Monty Peiró dijo...

juasjuasjuasjuas, massiel, nuestra Axl...o quizás nuestro Iggy Pop?
en fin... enorme tu entrada !
oye, como s hace pa poner links? quiero enlazar tu blog y el de alex y no me acuero!1

Anónimo dijo...

maestro, has puesto nati mistral en lugar de nati abascal. la verdad es que son intercambiables, pero supongo que querrás corregirlo...

MATEMATICO MARZAL dijo...

Gracias por advertirme del error con las Natis. Siempre las confundo. Ahora mismo intento rectificarlo.